jueves, 14 de junio de 2012

MILES DAVIS Milestones (Columbia, 1958)

En algunas ocasiones ocurre que la leyenda de un álbum magnífico queda sepultada por encontrarse demasiado cerca cronológica y estilísticamente de una obra intelectualmente (solo eso) superior. Le ocurre al Crescent de John Coltrane cuando lo comparamos con el A Love Supreme (dos lps que se encuentran al mismo nivel de excelencia) y en el caso que nos encontramos a continuación, cuando ponemos frente a frente al genial Milestones con el totémico Kind Of Blue. Milestones no es un disco conceptual, es un disco claramente Hard-Bop y con una variedad de estilos que algunos podrían llamar dispersión. Aquí no nos encontramos la concreción y el minimalismo expresivo del Kind Of Blue, es una grabación que divaga, experimenta, busca (algo que no tiene porqué ser malo, todo lo contrario). Pero Milestones también supone la primera incursión en la música modal de Davis, hecho que claramente cambiaría la historia del jazz para siempre y por último también podríamos resaltar como signifíca la constatación fonográfica de las primeras capas de sonido de John Coltrane, algo que, como ya os podréis imaginar, llevó a la música que tanto amamos al infinito y más allá. Por todo esto y mucho más, abramos las orejas ante Milestones, una pequeña gran obra maestra.

Nueva York, 4 de Febrero y 4 de Marzo de 1958. Estudios Columbia, en la 30th Street. Produjo George Avakian. El personal de la grabación: Miles Davis a la trompeta, maduro, seguro de sí mismo, saboreando una de sus épocas más gloriosas en lo compositivo e interpretativo. John Coltrane al saxo tenor, mucho más centrado y expansivo trás su etapa con Monk, ya con la idea en la cabeza de montar su propio grupo y abandonar a Miles, pero retenido por un Davis que no quería perderlo para la causa. "Cannonball" Adderley al saxo alto, como siempre, melódico, blues, swingeante, con unas improvisaciones inesperadas y bellísimas. Red Garland al piano, que como veremos más adelante, se enfadó con Miles durante la grabación del disco ( no era nada difícil enfadarse con el trompetista), hecho que no le afectó para nada en su forma de tocar y acometer los solos, siempre elegante, siempre en su sitio. Paul Chambers al contrabajo, usando el arco en más de un corte y en perfecta sintonía con el grandioso Philly Joe Jones a la batería, siempre imaginativo y energético hasta el éxtasis final. Este sexteto meses después, con bajas y cambios en dos tercios de su formación, grabaría Kind Of Blue. Grandes músicos para toda una cita con la historia.

Degustemos el disco corte a corte, como nos encanta siempre hacer. Dr.Jackle, composición enrevesada y dificilísima de tocar (como todo lo que solía escribir) a cargo de Jackie McLean. Miles ya la grabó en 1955 junto al propio McLean y Milt Jackson al vibráfono cuando tenía contrato con el sello Prestige. Este tema (y otros del lp) nos brinda la oportunidad de ver un corto pero intenso combate por el campeonato del mundo de los pesos pesados (Adderley vs Coltrane, claro) del jazz a un tempo de infierno. Una rarísima delicia. Sid's Ahead es el corte de la anécdota. Composición del propio Miles grabada con anterioridad en 1954 bajo el título de Weirdo, aquí nos encontramos con que un Red Garland enfadadísimo abandona el estudio de grabación y a Miles no se le caen los anillos para coger el toro por los cuernos, sentarse al piano y acompañar a los dos saxofonistas, apoyando el tema con escuetos acordes. Lo gracioso del asunto está en que, cuando le toca el turno de hacer su solo de trompeta no se oye ningún piano, claro, dándole un aire de delicioso caos a la canción, que sorprendentemente no quedó nada mal, con unos solos espectaculares de Trane, Miles y Julian. Aún más, me atrevería a decir que solo por este tema merece ya la pena comprarse el disco.

Two Bass Hit es una composición hecha por Gillespie en la época de su gloriosa Big band (1946-47) con el único propósito de que aquí se luzca el contrabajista de turno. En este corte claramente Bop y con mucho swing, aparte de lucirse Chambers, por supuesto se lucen los dos saxos, volviendo a competir a ver quién sopla más fuerte y mejor, quedándose Miles solo en los Chorus. Lo dicho, ritmo para dar y regalar. El siguiente corte históricamente hablando es el más importante de la grabación. Milestones (no confundir con el Milestones grabado en 1947 junto a Parker para Savoy... por eso a este grabado en el 58 los quisquillosos le llaman, Miles, a secas) es la primera composición que graba Davis bajo los preceptos de la música modal. La música modal te permite improvisar hasta el infinito, sin preocuparte por los acordes, algo que le venía ni que pintado a estos músicos, con ganas de volar cada vez más alto... a Coltrane esta incursión le marcó durante toda una etapa de su carrera, como podemos comprobar en todo lo que grabó para Atlantic en los años posteriores. Como anécdota comentar, como este tema tiene una significación especial para el aficionado español al jazz, ya que para todos nosotros esta composición ha sido, es y será por siempre la sintonía del programa de radio Jazz porque sí, presentado por nuestro querido Cifu. En el quinto corte del lp, Miles siempre tan dado al ego, nos sorprende cediendo el estudio a la sección rítmica para que interprete una preciosa y swingeante versión a trio del clásico tradicional anglosajón Billy Boy. Algunos le podrían achacar a este tema que cambie bruscamente el ritmo del disco, más bien tirando a abrasivo en su conjunto, pero no podemos negar que es una maravilla poder escuchar a Garland & Co. en todo su esplendor. Y terminamos esta preciosidad de lp llamado Milestones con el tema que cierra el disco, una divertidísima composición de Monk titulada Straight, No Chaser donde Red Garland se permite un simpático capricho, transcribir al piano, nota por nota, un solo que realizó Miles con su trompeta en 1947 en el tema Now's The Time, un trabajo titánico que tiene su recompensa, si señor, quedando realmente precioso. Este último corte del álbum también pasará a la historia por ofrecernos una de las primeras muestras, en el solo de Coltrane, de lo que los críticos darían a llamar Capas de sonido, es decir, un anticipo de todo lo que supondría Giant Steps un año después y la muerte definitiva del Hard-Bop.

Podemos concluir, que este quizás no sea un lp ideal para neófitos, quizás no entre ni a la primera ni a la segunda, pero si os encantó y maravilló la perfección telúrica del Kind Of Blue, debéis acercaros a la preciosa e imperfecta voluptuosidad de un disco al que se le va cogiendo más y más cariño con cada escucha. Fotografía de un momento histórico que cambiaría el jazz para los restos.

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